La
situación económica en España esta algo difícil.
Este miércoles se ha convocado a un paro nacional, al que han llamado 14N. La
Iglesia jerárquica ha
respondido tarde y ha emitido un
documento sobre la crisis pero estos días se les han adelantado los laicos, en específico
los grupos de la pastoral Social de la región de Cataluña.
Se
han unido la Hermandad Obrera
de Acción Católica, el Movimiento Infantil y Juvenil, Juventudes Obreras Católicas,
la Acción Católica ,
el movimiento de Capellanes Obreros y las oficinas de la Pastoral Obrera de la diócesis
de Cataluña han apoyado la campaña de 14N y han emitido
un documento donde denuncian que el “sistema esta demostrando su cara mas
inmoral y criminal” y afirman que es “un proceso de constante agresión a los
derechos laborales y sociales de los trabajadores”.
La
pastoral obrera denuncia que "no es ético, humano ni cristiano
continuar impulsando obsesivamente medidas políticas que condenan a la pobreza
y a la exclusión, con eliminación progresiva de los derechos sociales y
laborales".
"El
neoliberalismo económico ha fracasado con su sacralización del beneficio y de
los mercados por encima de todo", añade el manifiesto, que reclama
"cambios profundos en los principios éticos y valores que rigen la
sociedad, así como en las formas de vida y organización".
También
denuncia: "vemos como los gobiernos aplican al conjunto de las clases
populares recortes, medidas de austeridad, aumento de impuestos a las clases
más desfavorecidas, flexibilidad laboral, congelación de sueldos etc. y como
estas medidas no son aplicadas a los poderosos y a los ricos del sistema".
"La
huelga general es, otra vez, la concreción crítica y reivindicativa a un
proceso de constante agresión a los derechos laborales y sociales de los
trabajadores", concluye el manifiesto, que también se refiere a la
convocatoria "del todo inesperada" de elecciones autonómicas del 25N
y se suman a la opinión de los obispos catalanes de considerar "legítimas
moralmente todas las opciones políticas" que se basen en el respeto y la
democracia.
Esta
reacción de los laicos Catalanes apoyada por sus Obispos es una muestra de
valentía y de fuerte conciencia cristiana de los Obispos, ojala y el Cardenal Rouco aprenda de sus pares
catalanes.