Valencia ha perdido a un gran Sacerdote. Ha muerto Don Joaquín
Montes Mollá. Tenía 82 años. Durante mas de
40 años se dedico a trabajar con
los presos en la diócesis de Valencia.
Nació en 1930 en Ontinyet. Se ordenó en 1954. Ha servido en varias
parroquias de la arquidiócesis de Valencia, entre ellas San Juan Bautista y el
Inmaculado Corazón de María en Manises, en
San Pedro Apóstol, de Moixent, entre otras.
También fue capellán del Colegio La Misericordia de
Valencia, y arcipreste del antiguo
Arciprestazgo "Avenida de Castilla".
En la década de los 60s fue
misionero, experiencia que lo marco de por vida y se dedico a trabajar por los
pobres, de manera especial por los presos.
En septiembre de 2009, el ‘padre Ximo' como se le conocía fue distinguido con la Medalla
al Mérito Social Penitenciario otorgada
por la secretaría general de Instituciones Penitenciarias del Ministerio del
Interior, en reconocimiento a su labor con presos durante estas cuatro décadas.
En 1970 fue nombrado capellán de la entonces
Cárcel Modelo de Valencia y desde entonces se ha dedicado ininterrumpidamente a
la atención
pastoral de la población reclusa. Fue director del Secretariado
Diocesano de Pastoral Penitenciaria desde 1996, y, ya jubilado, continuó
acudiendo el Centro Penitenciario de Picassent, donde celebró su última misa el
pasado 31 de mayo, el día anterior al agravamiento de su enfermedad. Desde el
2010 era capellán voluntario de este centro penitenciario.
El Padre Javier Palomares secretario diocesano
de la Pastoral Penitenciaria
afirmo hoy: "el ´padre Ximo´ fue
un gran sacerdote, un gran modelo y un gran ejemplo para todos los capellanes
de prisiones y voluntarios, que se ha dedicado en pleno hasta el último momento
a cuidar de los presos, a defender su dignidad, y a dar la cara por muchos,
incluso cuando
había quienes no daban un duro por ellos".
Palomares ha añadido que el sacerdote fallecido
"estaba también siempre por todos los juzgados tratando con abogados,
jueces, fiscales, y también en la prisión con los directores, para conseguir humanizar
las prisiones y mejorar la
dignidad de las personas presas".
El arzobispo de Valencia, monseñor
Carlos Osoro, presidió hoy a las 19 horas, la misa exequial por su
eterno descanso en la parroquia de Nuestra Señora de Fátima, de Valencia.
Y cómo dijo el Arzobispo, hoy la Iglesia de Valencia,
pierde un gran hombre.
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